La almohada ideal es aquella que, según confirma ASOCAMA, permite mantener la posición natural de la columna vertebral. Para elegir bien, debemos analizar varios aspectos de nuestras formas y dolencias a la hora de descansar: la postura que adquirimos, alergias… Pero si hay algo que debemos respetar siempre es la elección de una almohada individual, aunque durmamos en compañía.
El largo de la almohada nunca debe ser menor que el ancho de tus hombros, pero su altura y firmeza vendrá definida por la posición en la que sueles descansar. A continuación, te mostramos las variantes más comunes y la almohada que mejor se adapta a cada una de ellas:
Dormir de lado
Si adquieres esta posición a la hora de descansar, lo ideal es utilizar una almohada de alta firmeza. Su altura debería ser equivalente a la que existe entre la base del cuello y el hombro para permitir mantener cabeza y cuello alineados con la columna. Así, conseguimos evitar tensión muscular durante toda la noche.
Dormir bocarriba
Dormir en esta postura precisa de una almohada de firmeza media que permita al durmiente adquirir una posición natural de la columna equivalente a la que tendría estando de pie. Evitaremos contracturas y dolores lumbares si conseguimos la posición adecuada.
Dormir bocabajo
Es una postura poco recomendada, pero si para ti es inevitable acabar así todas las noches, lo ideal es elegir una almohada baja muy blanda, así evitaremos forzar una posición poco natural en nuestro cuello y los dolores posteriores que conlleva.
Mixto
Por último, si eres de esas personas que no paran de moverse en la cama en busca de la posición ideal, tu mejor elección es una almohada de firmeza media-baja, que se adaptará a tus movimientos y favorecerá un descanso saludable.
En nuestra tienda encontrarás la almohada que mejor se adaptada a tus necesidades y gustos, con materiales hipoalergénicos y antibacterianos de última generación para un descanso de calidad.