La espuma viscoelástica es un material inventado por la NASA que revolucionó la fabricación de colchones en los años 90. Debido a su alta resistencia, empezó a usarse en los hospitales pero, hoy en día, también está a nuestro alcance adquirir un colchón viscoelástico y disfrutar de sus beneficios.
Adaptabilidad
La viscoelástica se moldea en función del calor y el peso de cada durmiente, por ello, ninguna zona de nuestro cuerpo se queda sin apoyo y se mantiene una correcta alineación de la columna.
Resistencia
Al eliminar la presión ejercida sobre la viscoelástica, esta recupera su forma original. Si el colchón es de calidad y se realiza un buen mantenimiento, su vida útil se encuentra entre los 10 y 15 años.
Estabilidad
Los colchones viscoelásticos ofrecen el equilibrio perfecto ya que tienen una firmeza óptima para nuestro descanso. Es un material menos duro que los muelles pero más firme que los colchones de látex.
Higiene
A la espuma viscoelástica se le aplica tratamientos que permiten que quede libre de ácaros, bacterias, hongos… consiguiendo colchones antialérgicos y antibacterianos que permiten una mejor transpiración.
Libertad
Si compartes colchón, la viscoelástica permite independencia de lechos al evitar la transferencia de movimiento, es decir, no notas los movimientos de la otra persona mientras duermes.
Salud
Los colchones viscoelásticos evitan la formación de puntos de presión distribuyendo todo el peso de nuestro cuerpo de manera uniforme. Así se evita la tensión acumulada en determinadas zonas y se mejora la circulación sanguínea.